Únete al Proyecto Hera y dona tu leche para luchar contra el cáncer de mama posparto

En un mundo donde la incidencia del cáncer de mama posparto está en constante aumento, se necesita acción. El Proyecto Hera es una iniciativa de investigación que busca no solo entender mejor esta forma agresiva de cáncer, sino también encontrar formas innovadoras de detectarlo temprano y personalizar su tratamiento.

 

¿Por qué es importante el Proyecto Hera?

La necesidad de este proyecto se hace evidente ante el creciente número de casos de cáncer de mama posparto, especialmente en mujeres menores de 45 años. Con más del 50% de los diagnósticos de cáncer de mama ocurriendo en este grupo demográfico, es crucial entender los factores subyacentes y las posibles relaciones con la lactancia y la edad de la maternidad.

 

Hasta ahora, la falta de evidencia científica ha dificultado la comprensión completa de este tipo específico de cáncer. Además, las características moleculares únicas del cáncer de mama posparto plantean desafíos significativos en términos de diagnóstico y tratamiento.

 

La leche materna como clave para la detección temprana

Uno de los aspectos más innovadores del Proyecto Hera es su enfoque en la leche materna como una posible fuente de biomarcadores para la detección temprana del cáncer de mama posparto. Se espera que, al analizar los marcadores moleculares en la leche materna, se pueda identificar a las mujeres en riesgo y desarrollar estrategias personalizadas para un diagnóstico y tratamiento más efectivos.

 

¿Cómo puedes participar?

Si eres una madre lactante que vive en la provincia de Córdoba, ¡tú puedes marcar la diferencia! El Proyecto Hera necesita la participación de al menos 2.000 madres lactantes dispuestas a donar su leche para la investigación.

El proceso es simple:

  • Solicita una cita en uno de los centros habilitados para la donación, siguiendo las instrucciones en la página web del proyecto.
  • Dona entre 10 y 30 ml de leche materna de cada mama.
  • Tu leche será almacenada en el Biobanco durante 5 a 10 años para su uso en investigaciones relacionadas con el proyecto.

 

Un esfuerzo colaborativo

El Proyecto Hera es llevado a cabo por el Grupo GC06 Nuevas Terapias en Cáncer, liderado por el Dr. Juan de la Haba y la Dra. Silvia Guil. Este proyecto cuenta con la colaboración de una red multidisciplinaria de profesionales de diferentes servicios del Hospital Reina Sofía, en nuestro hospital, San Juan de Dios y la Red de Centros de Salud del Distrito Sanitario de Córdoba y Guadalquivir.

 

¡Participa hoy mismo!

Si estás interesada en contribuir a esta importante causa y ayudar en la lucha contra el cáncer de mama posparto, solicita tu cita en el siguiente enlace: https://proyectohera.es/solicitar-cita/

Cada donación cuenta y cada madre lactante que se une al Proyecto Hera está contribuyendo a un futuro más esperanzador para todas las mujeres y familias afectadas por el cáncer de mama. Juntos, podemos hacer la diferencia. ¡Únete!

El equipo de Comat Matronas


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Consejos para la extracción y conservación de leche materna

Uno de los principales motivos por lo que comenzamos con la extracción de la leche y el comienzo de un banco de la misma, es la incorporación de la madre lactante al trabajo. Pero, ¿qué es lo que debemos tener en cuenta para continuar teniendo la producción suficiente para alimentar a nuestro bebé?

La eyección de leche mejora con la liberación de la oxitocina, esta se libera más fácilmente con estímulos como el llanto del bebé, su olor u observándolo. Sin embargo, si estamos fuera de casa, podemos estimularla con una foto o video del pequeño.

Sin embargo, la prolactina y la producción de leche son estimuladas por la succión, por lo que la succión de nuestro bebé siempre será mucho mejor. No obstante, se puede conseguir una buena producción de leche si se extrae correctamente.

Ponerte al bebé en un pecho, mientras extraes la leche del otro es una opción eficaz ya que saldrá fácilmente y apenas sin esfuerzo, debido a que estamos estimulando las dos hormonas responsables de la lactancia materna.

Nuestra recomendación es la extracción mecánica con un sacaleches eléctrico para mayor comodidad, un ejemplo de extractor en el que confiamos es el de Medela Swing, un buen sacaleches que permite drenar el pecho y estimular la producción sin hacer daño, además es sencillo de utilizar y limpiar.

¿Cuándo utilizar los extractores de leche?

Cuando queramos aumentar la producción, con lo cuál se harán pequeñas extracciones muchas veces al día o porque nos venga una ingurgitación y nos moleste mucho y tengamos el pecho muy lleno. En este caso, nos vaciaremos el pecho cada vez que lo necesitemos, teniendo en cuenta que cuantas menos veces mejor, ya que, si no, aumentaremos la producción de leche. Tras la extracción, siempre que haya una ingurgitación, vamos a utilizar frío local.

Hay algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de comprarlos:

  • Las tallas de las copas: tienen que tener tallas, ya que cada mujer tiene un pezón de una manera distinta y no todas somos iguales.
  • Automáticos: facilitan mucho el trabajo ya que es un gran aliado para el momento en el que comencemos a trabajar, para tener reservas de leche.

Una vez hayamos extraído la leche materna, debemos refrigerarla. Un aspecto que hay que tener en cuenta es que cuanto más refrigerada esté la leche y menos cambios de temperatura sufra, muchísimo mejor. Si nos realizamos la extracción en nuestro trabajo, es importante dispone de una neverita para transportarla y, sobre todo, debe conservarse en un recipiente adecuado como botes de cristal, biberones pequeños o bolsas especiales de recolección de leche. Además, al llegar a casa deberemos poner la leche en el frigorífico, en el caso de querer consumirla en los días posteriores o congelarla para conservarla más tiempo.

¡Importante! Se puede conservar la leche extraída de diferentes tomas del mismo día, siempre y cuando la llevemos a la misma temperatura en el frigorífico antes de mezclarla.

¿Cómo conservar la leche materna?

La leche materna puede conservarse de muchísimas maneras, sin embargo, debemos tener en cuenta algunas recomendaciones:

  • Lavarse bien las manos antes de manipular la leche materna.
  • Los recipientes donde almacenamos la leche materna deben estar limpios.
  • Congelar lo antes posible la leche materna, en pequeñas cantidades (50-100ml) si no va a usarse en los próximos tres días.
  • Siempre que sea posible se usará la leche más fresca.
  • Etiquetar los recipientes con la fecha en la que se extrajo y congeló la leche materna.
  • Consumir, en primer lugar, la leche más antigua.
  • Una vez descongelada hay que removerla bien porque puede haberse separado en dos fases.

¿Cómo descongelar la leche materna?

Lo ideal es descongelar rápidamente una vez sacada del congelador, si no se va a calentar rápidamente, es mejor mantener la cadena del frío de la leche hasta que se vaya a calentar. Se puede descongelar sumergiendo el bote de leche materna congelada en agua previamente calentada (pero no calentarla directamente al baño maría) y remover bien la leche después para que su temperatura sea uniforme. ¡Nunca debe calentarse directamente en el fuego!

Si congelamos la leche en un congelador que sea capaz de llegar a temperaturas menores de -15ºC, se puede almacenar hasta tres meses, en el caso de congeladores industriales (-19ºC) la conservación puede llegar hasta los seis meses.

Un último aspecto a tener en cuenta es que la leche congelada puede oler mal. Este olor se debe a un cambio en la estructura de los lípidos por los ciclos de congelación y descongelación en el congelador. Aunque es cierto que algunos bebés rechazan esta leche por el cambio de sabor, pero generalmente la suelen aceptar y no es perjudicial para ellos.

Cualquier consulta que tengáis sobre ello, no dudéis en poneros en contacto con nosotros y ¡recordad! Todos los miércoles de 12 a 13h, tenéis las sesiones de lactancia y crianza en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios, donde podéis preguntarnos todas vuestras dudas.

El equipo de Comat Matronas


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10 cosas sobre la lactancia materna que todos deberíamos saber

“La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los bebés los nutrientes que necesitan para su crecimiento y desarrollo saludable”, tal y como señala la OMS (Organización Mundial de la Salud).  

Para responder a esta necesidad, resolvemos las diez preguntas más recurrentes. 

1.- Protección frente a enfermedades.  

La lactancia materna contiene inmunoglobulinas que protegen al bebé de infecciones como gastroenteritis, otitis o meningitis, alergias alimentarias y enfermedades respiratorias. Además, los niños tendrán menos riesgo de padecer obesidad infantil o diabetes tipo dos en el futuro.  

2.- Favorece el desarrollo cognitivo.  

Diversos estudios han demostrado que los bebés que se alimentan con lactancia materna obtienen mejores resultados en las pruebas de cociente intelectual.  

3.- Reduce el riesgo de depresión postparto.  

La lactancia hace que la madre tenga un contacto inmediato con el bebé tras el parto, lo cual refuerza la relación entre ambos y hace que nos sintamos más satisfechas y unidas a él.  

4.- Disminuye el riesgo de enfermedades para la madre.  

Los bebés no son los únicos que se benefician de la lactancia. Para nosotras se reduce el riesgo de padecer cáncer de mama o de ovarios y otras enfermedades como la osteoporosis.  

5.- Duración de la lactancia. 

La OMS recomienda la lactancia exclusiva durante los seis primeros meses de vida y, a partir de este momento, se introduce la alimentación complementaria que NO es sustitutiva. Terminar con el amamantamiento es decisión de la mamá y el bebé.  

6.- Postura correcta.  

La postura asegura una buena alimentación y una experiencia satisfactoria para la madre, ya que vamos a pasar mucho tiempo con el bebé en brazos. 

La boca del bebé debe estar alineada con el pezón y tener una apertura adecuada de la boca. Cada bebé tiene una boca y cada madre tiene una aureola, por lo que solo hay que comprobar que hay un buen agarre cuando los labios están evertidos y no hay molestias en el agarre del bebé. 

Además, el cuerpo del niño debe estar en posición ventral, es decir, barriga con barriga. 

7.- Frecuencia de las tomas.  

No hay un horario para alimentar al bebé, es él quien decide. Los recién nacidos tienen una valiosa capacidad de autorregulación y un estomago pequeño que hay que estar continuamente llenando, ya que la leche materna es altamente biodisponible, es decir, que se absorbe pronto. Por esta razón, los bebés están continuamente demandando estar en el pecho: tardan mucho en llenar un estómago que se vacía pronto. 

8.- Lactancia nocturna 

Los bebés tienen sueños cortos diseñados para su supervivencia, ya que tienen un estómago pequeño que tienen que llenar frecuentemente y, además, necesitan sentirse protegidos por su figura de apego.  

Nuestro cuerpo, diseñado para cuidar de nuestra criatura, sabe que la glándula mamaria necesita seguir trabajando de noche. Por tanto, las tomas nocturnas no se deben suprimir ni sustituir. 

9.- Nutrición de la madre.  

Como en todos los procesos de la vida, es importante que mantengamos una dieta equilibrada. Aunque tras el parto no hay restricciones similares a las de la gestación, una mujer lactante tiene que estar bien nutrida con una suplementación que tiene que seguir hasta los seis meses mínimo. Son fundamentales el yodo, la vitamina D y los ácidos grasos omega-3.   

Además, es aconsejable aumentar la densidad nutricional de los platos con técnicas de cocción como el vapor. También podemos tomar alimentos ricos en proteínas como legumbres, pescado o huevo, y grasas saludables como frutos secos, aguacate o aceite de oliva virgen extra. 

10.- Amamantar no es doloroso.  

No hay que normalizar nunca el dolor en el pecho, las grietas o las tomas difíciles de tu bebé. Si sufres alguno de estos problemas con la lactancia materna o si crees que tu hijo no se está alimentando correctamente, contacta con nosotros.   

¿Alguna duda? Cuenta siempre con Comat.


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Consejos para la extracción y conservación de leche materna

La incorporación de la mamá al trabajo tras la baja maternal suele ser uno de los principales motivos para comenzar con la extracción de leche y crear nuestro banco de leche materna… Ahora ¿qué debemos tener en cuenta para continuar teniendo la producción suficiente para nutrir a nuestros pequeños?

Antes de comenzar, es importante que comprendamos que el reflejo de eyección de leche mejora con la liberación de la que llamamos la hormona del amor, nuestra amiga –la oxitocina–  que se libera más fácilmente con estímulos externos como puedan ser el llanto del bebé, su olor, observarle, y si estamos fuera de casa, por ejemplo con una fotografía de nuestro pequeño.

La prolactina y la producción de leche, sin embargo, son estimuladas por la succión y en este sentido, por supuesto siempre nos estimulará más la succión de nuestro bebé, que la extracción manual o con un sacaleches. No obstante, se puede conseguir una buena producción de leche y mantenerla en el tiempo si se extrae correctamente. Pasemos a analizar cómo hacerlo:

Una manera muy sencilla de extraer la leche, y que recomendamos en nuestras sesiones de postparto, es ponerte al bebé en un pecho mientras extraes la leche del otro. Saldrá muy fácilmente y apenas sin esfuerzo porque estamos estimulando las dos hormonas responsables de la lactancia materna.

Desde Comat Matronas recomendamos la extracción mecánica con un sacaleches eléctrico para mayor comodidad. Un buen sacaleches debe drenar el pecho y estimular la producción de leche materna, sin hacer daño, al tiempo que debe ser sencillo de utilizar y limpiar. En este sentido, nosotras confiamos en la marca Medela y para adquirirlo, podéis hacerlo a través de la web de nuestras compañeras de tusmatronasshop.com en este enlace, y con el código TUPRIMERACOMPRA tenéis un 5% de descuento.

 

Una vez extraída la leche materna, ésta debe ser refrigerada. Cuanto más refrigerada esté la leche y menos cambios de temperatura sufra, muchísimo mejor. Si la extracción se realiza en el lugar de trabajo de la mamá, es necesario disponer de una neverita para transportarla. La leche deberá conservarse en un recipiente adecuado como puedan ser botecitos de cristal, un biberón, el propio colector del sacaleches o bolsas especiales destinadas a este fin.

Una vez lleguemos a casa, deberemos sacar la leche de la neverita para ponerla en el frigorífico y consumirla en los días posteriores o bien congelarla para conservarla más tiempo. Se puede conservar leche extraída de diferentes tomas del mismo día, siempre y cuando la llevemos a la misma temperatura en el frigorífico antes de mezclarla.

Si el transporte de leche materna debe hacerse hasta una guardería o centro escolar, deberemos proceder de la misma manera: con una neverita previamente enfriada hasta llegar al centro, y posteriormente sacarla y conservarla en el frigorífico hasta que se consuma. Si no se dispone de frigorífico en el centro, es recomendable que se mantenga en esa misma neverita hasta que se consuma.

¿Cómo conservar la leche materna?

La leche materna se puede conservar de muchas maneras, pero debemos tener en cuenta unas recomendaciones generales para todas ellas como son:

  • Antes de manipular la leche materna hay que lavarse bien las manos con jabón
  • Los recipientes de almacenamiento de leche materna deben estar bien limpios y aclarados
  • Congelar lo antes posible la leche materna si no va a usarse en los próximos tres días
  • Congelar la leche materna en pequeñas cantidades (50 o 100 ml) para darle al bebé sólo la que vaya a tomar inmediatamente
  • Siempre que sea posible se usará leche fresca (no congelada)
  • Es recomendable etiquetar los recipientes de leche congelada con la fecha
  • Debemos consumir siempre la leche más antigua
  • Una vez descongelada la leche hay que removerla bien porque puede haberse separado en dos fases (como también sucede en la leche refrigerada en nevera)

Ahora, ¿cómo debemos hacer para descongelar la leche materna? La recomendación es la de descongelar rápidamente una vez sacada del congelador. Si no se va a calentar rápidamente, es mejor mantener la cadena del frío de la leche hasta que se vaya a calentar. Se puede descongelar sumergiendo el bote de leche materna congelada en agua previamente calentada (pero no calentarla directamente al baño maría) y remover bien la leche después para que su temperatura sea uniforme. Nunca debe calentarse directamente en el fuego.

Si la leche se congela en un congelador capaz de llegar a temperaturas menores de -15 ºC (por ejemplo los frigoríficos de tipo combi) se puede almacenar hasta tres meses. Y si se congela en uno de tipo industrial que alcance menos de -19ºC, la conservación puede llegar hasta los seis meses.

En ocasiones la leche congelada puede oler mal... Este olor se debe a un cambio en la estructura de los lípidos por los ciclos de congelación y descongelación en el congelador y/o refrigerador. Algunos bebés rechazan esta leche por el cambio de sabor, pero generalmente la aceptan bien y tampoco es perjudicial para ellos. Esperamos que este artículo os resulte de gran ayuda y para más información estamos a vuestra entera disposición en nuestras sesiones de postparto a través de Instagram los miércoles de 11.00 a 12.00 horas, y de manera presencial en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios de Córdoba ¡Gracias por elegirnos!


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