Comat Matronas recomienda el uso de la hidroterapia siempre que se garantice la seguridad de la paciente

Tres matronas del equipo de Comat Matronas presentan un estudio de investigación sobre la eficacia y seguridad de la terapia alternativa para el alivio del dolor en el trabajo del parto, en el marco del Día Mundial de la Seguridad del Paciente que la Organización Mundial de la Salud celebra hoy 17 de septiembre.


En la última década, tanto la demanda de la población como la investigación por parte de los propios profesionales sanitarios de terapias alternativas (no farmacológicas) para el alivio del dolor durante el trabajo de parto ha ido en aumento.


Una de las medidas no farmacológicas es el uso de la hidroterapia, que implica una inmersión en agua caliente (36.5-37 ºC), hasta nivel pectoral, durante un máximo de dos horas consecutivas. Esta medida ha demostrado su eficacia en cuanto a la reducción del nivel de dolor percibido y al aumento de la satisfacción materna, por eso muchos servicios de maternidad han optado por la instalación de una bañera.



El estudio que presentaba esta mañana Comat Matronas recoge que la eficacia y seguridad de la técnica de la hidroterapia durante la primera etapa del parto parece estar demostrada, pero no así durante la fase de expulsivo y alumbramiento. Durante estas dos etapas finales existe controversia sobre la seguridad materno/neonatal.


"En Comat Matronas trabajamos siempre desde una perspectiva científica y humana, y en el marco del Día Mundial de la Seguridad del Paciente que celebra hoy la OMS no queríamos dejar pasar la oportunidad de insistir en que sea cual sea la técnica que se utilice para calmar el dolor de la mamá durante el trabajo del parto, siempre debe garantizarse la seguridad de la paciente, y ésta es nuestra máxima prioridad a la hora de desempeñar nuestro  trabajo", explica Rosa Llamas, directora de Comat Matronas.



El estudio llevado a cabo por nuestras profesionales Verónica Caballero Barrera, Rocío Mérida Gutiérrez y Elisa Ortega López, tenía como principal objetivo describir la evidencia científica disponible sobre los beneficios y posibles complicaciones de la hidroterapia como método para el alivio del dolor durante el trabajo de parto. En este sentido es interesante recalcar que conseguir un nacimiento en el agua no es el objetivo final del uso de la hidroterapia, sino aprovechar las ventajas que ofrece el agua como son:


  • Aumento de la satisfacción materna. Sentimientos de relajación, calidez, privacidad, y una capacidad mejorada para mantener el control durante el proceso de parto.
  • Mejor y más rápida progresión de la dilatación, atribuido a una mayor liberación de oxitocina, por una disminución de la ansiedad y el estrés. 
  • El agua caliente aumenta la vascularización, mejora la perfusión útero-placentaria, aumenta la oxigenación y produce contracciones uterinas más efectivas.
  • La inmersión durante la fase tardía de la primera etapa del parto se asoció con un menor uso de analgesia epidural.



Para que la hidroterapia sea un método seguro en el alivio del dolor del parto hay que tener en cuenta los criterios de inclusión que recoge el el Proceso Asistencial Integrado de Embarazo, Parto y Puerperio de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que se establecen a continuación:


  • Gestación de bajo riesgo.
  • Inicio espontáneo del parto o inducción del parto por embarazo en vías de prolongación u otras circunstancias que no precisen monitorización continua.
  • Estar en trabajo de parto activo (> 4 cm de dilatación y dinámica uterina rítmica y regular).
  • Registro cardiotocográfico tranquilizador de 30 minutos previo a la inmersión.
  • La rotura prematura de membranas y el cultivo de SGB positivo no contraindican la hidroterapia.


Son criterios de exclusión aquellas circunstancias que conllevan un riesgo medio, alto muy alto de la gestación, entre estos criterios se identifican:


  • Fiebre materna superior a 38ºC en el momento de la inmersión o en las cuatro horas previas a esta y la sospecha de infección materna.
  • Líquido amniótico meconial.
  • Administración de narcóticos en las últimas 6 horas, uso de óxido nitroso, uso de oxitocina y la analgesia epidural.
  • Condiciones que requieran monitorización fetal continua.
  • Gestación múltiple.
  • Gestación pretermino (˂37 semanas de gestación). - Sospecha de macrosomia.
  • Multiparidad (> 3 partos).


Conclusión del estudio de Comat Matronas


La evidencia concluye que siempre y cuando se siga un riguroso control y protocolo de actuación en la admisión de la gestante a la bañera, no hay relación entre el uso del agua durante la dilatación y la infección materna o neonatal, aparición de fiebre, riesgo o pérdida del bienestar fetal o aumento de ingresos hospitalarios de los recién nacidos.


Las últimas investigaciones concluyen que a pesar de que las complicaciones neonatales son muy infrecuentes, éstas pueden ser muy graves. Además no existe evidencia sobre el alumbramiento en el agua, por lo que habría que realizar una vigilancia del sangrado. Por tanto, para aumentar la seguridad materna y neonatal, no se recomienda programar un expulsivo y un alumbramiento en el agua.


En la actualidad, la Sociedad Española de Neonatología, a través de su Comité de Estándares y del Grupo de Reanimación Neonatal, avalada por la Sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología, y en consonancia con la postura de la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG), recomienda que el expulsivo en el agua solo se contemple en el contexto de un ensayo clínico controlado.


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