Las señales más claras para saber que estás de parto
Una de las principales dudas de las embarazadas, sean primerizas o no, es el temor de no reconocer las señales que indican que el momento de dar a luz ha llegado.
El cuerpo de cada mamá es distinto, pero si todo ha ido bien durante el embarazo, a partir de la semana 37 el parto podrá darse en cualquier momento, antes de las 37sg y ante cualquiera de estos signos hay que acudir a urgencias.
Es muy importante que nuestro cuerpo esté preparado para abrirse y darle la bienvenida a la vida. Cuidar de nuestra salud física y emocional para llegar a ese momento es vital, ya que es un proceso intenso que requiere de mucho trabajo y atención.
Existen señales previas que indican a la embarazada que el momento del parto se acerca, pero ¿Cuáles son esos signos que debemos tener en cuenta?
Signos del parto
TAPON MUCOSO: una secreción gelatinosa colocada en el cuello del útero, que tiene como función ser la barrera entre la cavidad uterina y la vagina. La liberación de este tapón no es señal de parto inminente, ya que, desde su expulsión, pueden pasar 15 días para que se produzca el parto.
Al liberar el tapón mucoso, debemos valorar si tenemos contracciones o no, ya que podemos incluso no notar que lo expulsamos, incluso podemos llegar a manchar un poco tras ello, lo cual es totalmente normal.
Tras la caída del tapón mucoso, se pueden mantener relaciones sexuales con penetración y eyaculación, ya que estas ayudan a que el cuello del útero esté más blando.
CONTRACCIONES: las contracciones aparecen a partir de la semana 32, son las llamadas contracciones de Braxton Hicks.
Debido al continuo crecimiento del bebé, se producen estas contracciones no dolorosas, en las que el útero va fortaleciéndose para el futuro trabajo de parto. Las contracciones de Braxton Hicks pueden producirse entre 10 y 12 veces al día con una duración entre 30-40 segundos. A partir de la semana 37 estas contracciones son las preparatorias al parto. LA CONTRACCION ES EL MOTOR DEL PARTO SIN ELLAS NO HAY NACIMIENTO.
La primera fase de las contracciones es la FASE PRODROMICA, aquí las contracciones son leves, irregulares y pueden ser molestosas. Aunque cada mujer las percibirá de distinta forma. Cuando las contracciones cogen ritmo y empiezan a molestar entramos en la FASE DE DILATACIÓN, es una fase lenta al principio por lo que no hay que tener prisa para ir al hospital, el tiempo en casa es un tiempo más íntimo donde nos podemos sentir más cómodas. Se dilata a un centímetro por hora así que, si los primeros cm son lentos de llegar, ÁNIMO TU CUERPO DE MUJER SABE.
CUANDO TUS CONTRACCIONES SEAN REGULARES CADA 5MIN DURANTE UNA HORA Y TENGAS SENSACION DOLOROSA, SERA EL MOMENTO PARA IR AL HOSPITAL
ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS: es lo que comúnmente se llama la “he roto la bolsa, la fuente…” este es un singo que no se debe dudar, SÍ O SÍ NOS VAMOS AL HOSPITAL.
No hay que asustarse, ni pensar que el parto es inminente, con tranquilidad preparamos las cosas y nos vamos al hospital. Iremos más ligeritos si es una mamá que ya ha parido.
MANCHADO: La progresión de las contracciones pueden hacer que empecemos a manchar el flujo vaginal, es una situación para pensar ir al hospital a que nos vean. El manchado se diferencia del sangrado en que es algo que veo cuando me limpio y va acompañado de flujo. Si la sangre es fluida y mancha la braguita es una situación de ir RÁPIDO AL HOSPITAL ANTE UN SANGRADO
¿Nuestra recomendación? Cuando llegue el momento en el que presentes estas señales, es importante mantener la calma y acudir al hospital lo más tranquila posible, para facilitar el trabajo de parto.
Y lo más importante… Siempre contarás con el equipo de COMAT para ayudarte en ese momento tan especial.
Complicaciones más comunes del embarazo
¿Te has quedado embarazada y te preocupa tu salud? Cuando nos enfrentamos a esta etapa de la vida, es natural que nos surjan preocupaciones, sobre todo al saber que algunas mujeres experimentan embarazos de alto riesgo.
Sin embargo, informándonos bien y recibiendo cuidados prenatales desde el inicio del embarazo, disminuiremos el riesgo de que aparezcan complicaciones tanto para tu salud como para la del bebé.
Hoy en Comat repasamos algunos de los problemas más comunes que pueden surgir durante el embarazo. ¡Atenta! Si sufres alguno de los síntomas que describimos a continuación, no dudes en contactar con tu médico.
Presión arterial alta
Cuando se estrechan las arterias que transportan la sangre del corazón a los órganos del cuerpo, lo llamamos presión arterial alta o hipertensión. Si esto ocurre durante el embarazo, se dificulta el pasaje de la sangre a la placenta, lo cual puede afectar al crecimiento del bebé.
Normalmente, la hipertensión desarrollada durante el embarazo -llamada hipertensión gestacional- ocurre durante la segunda mitad y desaparece después del parto.
Si tenías la presión arterial alta antes del embarazo es muy importante que sigas controlando este problema.
Preeclampsia
La preeclampsia es una alteración de la presión arterial que suele aparecer durante el segundo o tercer trimestre. Aunque no se conocen las causas exactas, sí que hay algunos factores de riesgo:
- Es tu primer embarazo.
- Ya has sufrido preeclampsia en otra ocasión.
- Tienes antecedentes familiares.
- Padeces obesidad.
- Tienes antecedentes de presión arterial alta.
- Tienes diabetes.
Para prevenir la preeclampsia, debes comprobar periódicamente la presión arterial y, en el caso de que tengas diabetes, controlarla antes de tener al bebé.
Diabetes gestacional
Durante la 20ª semana de gestación pueden aparecer niveles elevados de azúcar en sangre. Esto puede derivar a complicaciones en la salud de los recién nacidos y un mayor riesgo postparto de obesidad, presión arterial alta y diabetes tipo 2 para la mamá y el bebé.
¿Cómo prevenirlo? Es muy importante que te mantengas saludable. Procura comer frutas y verduras, mantenerte activa y, sobre todo, moderar el consumo de azúcar durante el embarazo.
Parto prematuro
Cuando las contracciones regulares provocan la apertura del cuello del útero antes de la semana 37 del embarazo, lo llamamos trabajo de parto prematuro. Esto puede provocar un nacimiento prematuro, lo que conlleva mayor riesgo de tener problemas de salud.
Los órganos vitales como los pulmones y el cerebro del bebé terminan de desarrollarse en las últimas semanas (39 a 40), por lo que los recién nacidos prematuros necesitarán atención médica especial.
Aborto espontáneo o muerte fetal
Hablamos del aborto espontáneo cuando se pierde al bebé de manera natural antes de la semana 20 del embarazo. Algunos síntomas son cólicos abdominales, calambres o sangrado vaginal.
En la mayoría de los casos no hay manera de impedir los abortos espontáneos, ya que suelen ocurrir por problemas cromosómicos que hacen imposible el desarrollo del bebé.
Si se pierde al bebé tras la semana 20 de gestación, lo llamamos muerte fetal. Puede ser consecuencia de un problema de la mamá, de la placenta o del feto. Aunque en muchos casos la causa es desconocida, es importante que la madre se mantenga saludable para evitar enfermedades como las que hemos mencionado anteriormente.
Depresión
Aunque se trata de una afección médica tratable, es muy importante hacer un seguimiento a la salud mental de la mamá, ya que es muy común que tanto la depresión como la ansiedad aparezcan durante y después del embarazo.
Si sientes que estás experimentando algún problema de este tipo, no dudes en pedir ayuda.
¡Recuerda! Aunque en ocasiones las mamás no puedan controlar ciertos problemas durante el embarazo, siempre se pueden reducir los riesgos de sufrirlos. Además, todas necesitamos ayuda durante estos meses para informarnos lo máximo posible sobre esta etapa y para mantener nuestra mente saludable. ¡En Comat Matronas estamos contigo!
¿Qué pruebas hay que realizarse durante el embarazo?
¿Te has quedado embarazada? ¡Enhorabuena! Llega el momento de pensar en tu salud y en la de tu bebé, y para eso todas necesitamos cuidarnos e informarnos lo máximo posible. Por ello hoy en Comat queremos hablaros de las pruebas que tienes que realizarte durante esta etapa, divididas en tres trimestres. ¡Muy atenta!
PRUEBAS DEL PRIMER TRIMESTRE
¡Comenzamos! En la semana 7-8 de tu embarazo tendrás que realizar la primera visita al ginecólogo para que compruebe el latido del bebé y si está bien insertado.
En esta consulta te pedirán una serie de analíticas para verificar que todo está en orden:
1.- Hemograma.
2.- PAPPA y BHCG, parámetros para valorar el riesgo de Síndrome de Down.
3.- Serología:
- VIH
- Sífilis
- Hepatitis B y C
- Rubeola
- Citomegalovirus
- Varicela
- Toxoplasmosis
4.- Cultivo vaginal.
5.- Test de O’Sullivan en los siguientes casos:
- Mujeres de más de 35 años
- IMC mayor de 38
- Familiar de primer grado diabético
6.- Grupo sanguíneo y test de Coombs.
En la semana 12 se revisarán estas pruebas y se hará una segunda ecografía para comprobar que el embarazo es saludable. ¡Y con esto tendríamos el primer trimestre superado!
PRUEBAS DEL SEGUNDO TRIMESTRE
Vamos con la segunda etapa de tu embarazo. ¿Sabes qué pruebas tocan ahora? Muy sencillo:
1.- Ecografía morfológica de las 20 semanas. Se trata de una exploración detallada de la cabeza a los pies de tu bebé para descartar una anomalía ecográficamente detectable.
2.- Medición del cuello del útero. De esta manera, se comprueba que no existe riesgo de parto prematuro. Para pacientes con factores de riesgo, además, habrá que comprobar los flujos Doppler de las arterias uterinas.
3.- Test de O’Sullivan en la semana 25. Con esta prueba se obtiene información sobre cómo estáis tolerando los hidratos de carbono en el embarazo.
4.- Por último, muy importante vacunarse:
- Tosferina en la semana 30 aproximadamente.
- Rh en las gestantes que son Rh negativas.
¡Completado el segundo trimestre!
PRUEBAS DEL TERCER TRIMESTRE
¡Ya queda menos! ¿Qué analíticas tenemos que hacernos en las semanas 35-36?
1.- Hemograma
2.- Coagulación
3- Urocultivo
4.- Despistaje de enfermedades infecciosas:
- Virus hepatitis B
- Virus hepatitis C
- VIH
5.- Despistaje de Estreptococo grupo B a nivel vaginal y rectal. Esta prueba tiene una caducidad máxima de 5 semanas, por lo que hay que realizarlo a partir de la semana 35 para que sea útil.
Todos los resultados serán revisados por el ginecólogo, la matrona y el anestesista.
¿Te has quedado con todo? Si hay algo que no tengas claro, no dudes en preguntarnos. Haremos lo posible para que estés preparada para un embarazo saludable. ¡Estamos contigo!
Qué es la piel con piel y por qué es esencial tras el parto
Los psicólogos dicen que hay cinco tipos de idiomas del amor, pero para los bebés recién nacidos solo se registra uno: el contacto físico.
Cada vez escuchamos más el contacto piel con piel, que consiste en colocar al bebé en el momento del nacimiento sobre la piel de su madre durante unas dos horas. Sin embargo, aunque en la actualidad lo estemos escuchando más que nunca, no se trata de una moda, sino de una necesidad biológica.
El contacto piel con piel provoca una liberación de oxitocina -conocida como la ‘hormona del amor’- en la mamá. Ayuda a que el útero se contraiga, lo que reduce la hemorragia y también calienta el cuerpo de la madre. Esto da comodidad al bebé, hace que llore menos reduce las tasas de hipoglucemia.
Ventajas de la piel con piel
Tras abandonar los nueve meses en nuestro vientre el bebé sigue necesitando esa piel materna, ese olor, esa suavidad y esa temperatura que le da nuestra piel para favorecer su desarrollo físico y emocional, el cual debe permanecer siempre a lo largo del crecimiento del bebé.
¿Sabes qué ventajas tiene la piel con piel?
- Regula la temperatura corporal.
- Mejora la respiración.
- Ayuda a la involución uterina.
- Facilita la lactancia y el buen agarre.
- Favorece el vínculo afectivo con el bebe.
- Tanto el bebé como la mamá se sienten más tranquilos y seguros. ¡Necesitamos disfrutarnos!
Es importante señalar que el afecto y la conexión física a través del tacto amoroso no debe parar, y no debería parar, después de salir del hospital. Los masajes infantiles regulares proporcionan beneficios permanentes para el bebé y los padres.
Cuándo lo hacemos en Comat Matronas
Siempre. En Comat creemos que esta práctica es vital y lo recomendamos incluso cuando se practica una cesárea. Si la madre no está en condiciones físicas o emocionales para hacerlo, se deja que lo haga su pareja u otro familiar.
Obstrucción mamaria y mastitis: ¿qué son y cómo tratarlas?
OBSTRUCCIÓN MAMARIA
Se trata de la obstrucción de algún conducto galactóforo causada por alteraciones de bacterias con capacidad de hacer biofilms. Esto significa que al proliferar las bacterias se adhieren a las paredes de los conductos junto con moléculas de calcio y los acaban taponando.
¿Qué se siente?
Una obstrucción se siente como un bulto duro y doloroso en algún cuadrante de una mama. La zona más habitual donde suele ocurrir es en el cuadrante superior que toca a la axila. Puede acompañarse de febrícula y malestar, pero si el bulto no está caliente ni rojo y no hay fiebre mayor de 38,5ºC no se considera mastitis, ya que la disbiosis bacteriana implicada es leve y se puede tratar fácilmente.
¿Qué hacer?
- NO aplicar calor local: está demostrado que dispara el crecimiento bacteriano y puede por lo tanto empeorar el cuadro.
- Durante la lactancia, colocar al niño de manera que la barbilla quede justo encima, o por lo menos en dirección a la obstrucción. Esto se hace porque la zona de pecho que queda mejor drenada es la que queda situada bajo la barbilla del bebé. Por ejemplo, si la obstrucción es en el cuadrante superior externo del pecho (tocando a la axila), la posición será en rugby (el niño por debajo del brazo, sus pies salen por detrás de la espalda y su cabeza descansa sobre tu mano).
- Si te queda una mano libre, masajea la zona en redondo y hacia el pezón mientras el niño mama.
- Si así te lo indican, puedes probar con un tratamiento de probióticos específicos para la lactancia.
MASTITIS
Tipos de mastitis
Actualmente resulta algo confuso hablar de mastitis, ya que se trata de una expresión genérica (literalmente significa “inflamación de la mama”) que profesionales e investigadores usan para referirse a patologías causadas por distintos tipos de cepas bacterianas y con distinta sintomatología.
Tradicionalmente, la mastitis se ha usado para referirse a un tipo concreto de infección, la causada por S. Aureus, que tiene una sintomatología muy concreta. Hoy en día, en gran parte de la bibliografía seguimos viendo que cuando se habla de mastitis se hace referencia exclusivamente a este tipo concreto de patología.
Otros investigadores han propuesto nuevas clasificaciones de mastitis en función del agente etiológico que produce la infección, aunque no todos usan esta clasificación:
TIPO DE MASTITIS | AGENTES ETIOLÓGICOS | SINTOMATOLOGÍA |
Agudas | S. Aureus | Enrojecimiento y dolor.
Aumento del tamaño de las mamas. Endurecimiento por zonas. Disminución de la secreción de leche. Síntomas de la gripe (fiebre, dolor muscular, temblores, malestar general…) Abscesos |
Subagudas | S. Epidermidis
Str. Mitis Str. Salivarius Rothia spp. Corynebacterium spp. |
Pinchazos, calambres y sensación de quemazón en el pecho.
Endurecimiento por zonas. Disminución de la secreción de leche. |
Granulomatosas | Coryn. Kroppenstedtii
Otras corynebacterias |
Masas inflamatorias dolorosas.
Consistencia firme. Inflamación cutánea (ocasionalmente). Puede provocar úlceras, abscesos, fístulas y supuraciones crónicas. Deformación del pecho. |
Subclínicas | S. Epidermidis
Str. Mitis Str. Salivarius Rothia spp. |
Ausencia de dolor.
Síntomas similares a mastitis subaguda. |
En este artículo nos referiremos exclusivamente a las llamadas “mastitis tradicionales”, “mastitis agudas” o simplemente “mastitis”, cuyo agente etiológico es el S. Aureus.
¿Qué se siente?
Si la madre tiene temblores, fiebre más alta de 38,5ºC (menos no se considera mastitis), malestar importante, sensación de debilidad, y una zona de un pecho dura y redondeada, muy caliente y roja, estaría sufriendo una mastitis o mastitis aguda. Es importante recalcar que provoca astenia y decaimiento, por lo que en ocasiones la madre no se siente capaz ni de sostener a su bebé en brazos.
¿Qué la provoca?
Se suele decir que la mastitis es una obstrucción que se ha infectado, aunque es más exacto describirlo como una proliferación de S. Aureus que se ha multiplicado hasta niveles que se consideran “infecciosos” desplazando al resto de la flora bacteriana. Normalmente ocurre en un solo pecho y en un solo cuadrante.
La leche humana contiene muchos tipos de bacterias conviviendo en armonía que forman parte de la inmunidad de la leche. En determinadas situaciones es posible que algunas cepas crezcan de manera excesiva y hagan desaparecer al resto, causando una disbiosis bacteriana grave.
Este principio es el mismo para todos los tipos de mastitis. Si quieres saber qué ocurre en el caso de mastitis subagudas (según la clasificación de la tabla anterior) puedes consultar nuestro informe sobre dolor de pezones causado por una infección.
A diferencia de lo que ocurre con otras especies de bacterias, el S. Aureus no suele estar presente en la glándula mamaria en condiciones fisiológicas. Sin embargo, muchas personas son portadoras de forma sintomática o asintomática y pueden colonizar la glándula mamaria durante la lactancia.
¿Qué hacer?
El primer paso es consultar con la comadrona o con el médico, que recomendarán antiinflamatorios/antipiréticos para bajar la fiebre y la inflamación, descanso en cama y, sobre todo, drenar ese pecho lo máximo posible. También es posible que pauten probióticos específicos para la lactancia materna.
Si no hay mejoría en un plazo de 24 o 48h el médico recetará un antibiótico compatible con la lactancia. Es importante seguir el tratamiento hasta el final aunque los síntomas desaparezcan en pocas horas, ya que una mastitis mal curada puede acabar en un absceso.
A pesar de ser una infección, la leche no le hace ningún daño al bebé. Es muy importante seguir dando de mamar del pecho afectado, pues dejar de amamantar podría facilitar que se desarrollara un absceso. La retención de leche dispara la fiebre, por lo que hay que mantener el pecho blando. Puede ser de ayuda un sacaleches si después de amamantar el pecho todavía está duro, aunque no siempre es fácil extraerse leche con mastitis.
Cuando hay una mastitis la leche se vuelve algo salada en el pecho afecto y algunos bebés lo rechazan. En estos casos es especialmente importante drenar con un sacaleches o de forma manual.
Es necesario hacer reposo durante unos días, y para ello será necesario tener el apoyo de la familia. A menudo, detrás de una mastitis hay un fuerte agotamiento de la mamá, o quizás fuertes tensiones familiares. Tener una mastitis es una manera que tiene nuestro cuerpo de llamarnos la atención y de hacer que miremos un poquito por nosotras.
ABSCESO MAMARIO
En un pequeño porcentaje de casos de mastitis, el tejido mamario reacciona tratando de aislar a las bacterias causantes de la mastitis en una cápsula de tejido conjuntivo, lo que conduce a la formación de abscesos. Los principales agentes etiológicos de abscesos son prácticamente los mismos que los causantes de mastitis, siendo el S. Aureus la principal especie implicada.
La mayoría de los abscesos mamarios tienen su origen en una mastitis infecciosa debido a un tratamiento tardío o inadecuado, a las características de la cepa bacteriana implicada o a la respuesta de la propia glándula mamaria.
¿Qué se siente?
La zona roja, caliente y dolorosa que había inicialmente en el pecho, se muestra ahora dura externamente, pero fluctuante a la palpación, con la piel muy roja, tensa y brillante. Es frecuente que ya no haya fiebre o solo febrícula y la madre se sienta algo mejor de estado general, pero el dolor es mayor.
¿Qué hacer?
La ecografía puede resultar útil en el diagnóstico y tratamiento del absceso mamario. Es posible puncionar con aguja guiada por ecografía y colocar un catéter de drenaje con buen resultado. Sin embargo, la actuación actual más frecuente es abrir y drenar en quirófano bajo anestesia general dejando un drenaje que se va retirando poco a poco y se mantiene durante varios días.
En estos casos sigue siendo importante que el niño mame, ya si se retiene leche empeora el cuadro. Para que el proceso sea más fácil, puedes pedir que en la medida de lo posible la incisión esté lo más alejada posible del pezón y la areola.
Qué llevar en la maleta para el hospital cuando llegue el parto
¿Se acerca la fecha prevista del parto y no has pensado qué deberías llevar contigo? Muchas nos habéis preguntado sobre este tema, por lo que hemos decidido hacer una lista de cosas que llevar en la maleta para que tu bebé y tú os sintáis como en casa durante la estancia en el hospital.
Tras el parto vaginal tendrás que estar en el hospital alrededor de 48 horas -si no hay incidencias- y, en el caso de la cesárea, la estancia será de 72 horas aproximadamente. Por tanto, es conveniente que te prepares para unos días intensos fuera de casa.
Para que estés tranquila del todo te recomendamos que empieces a preparar las maletas cuando cumplas 8 meses de embarazo. De esta manera, irás sin prisas y sin nervios en el caso de que el parto se adelante.
¿Qué llevar en la maleta para el bebé?
- Pañales para recién nacidos.
- Toallitas húmedas para recién nacidos.
- Crema de pañal.
- Crema hidratante para bebés.
- Jabón para bebés.
- Un cepillo suave.
- Bodies y pijamas (5 o 6 de cada).
- Gorrito y manoplas, ya que al nacer los bebés necesitan regular la temperatura.
- 4 o 5 baberos.
- 2 mantitas.
¿Qué llevar en la maleta para la mamá?
- Artículos de aseo que uses habitualmente: cepillo y pasta de dientes, crema hidratante, cacao, desodorante, gel, champú, cepillo del pelo, goma para el pelo...
- Cosas que te hagan sentir como en casa: puedes llevar tu propia almohada o incluso tu colcha.
- 3 o 4 camisones o pijamas cómodos y adecuados para la lactancia.
- Ropa interior de maternidad. Recomendamos que uses braguitas desechables para las primeras horas por el sangrado.
- Zapatillas.
- 2 o 3 sujetadores de lactancia.
- Compresas postparto.
- Crema antigrietas para los pezones.
- Muda de ropa cómoda para volver a casa.
¿Lo has apuntado todo? Recuerda, cuanto mejor te organices y prepares para el parto, más conseguirás reducir los nervios antes del gran día. La maleta para el hospital es una de las claves para que estés lista antes de dar a luz y que ni a tu bebé ni a ti os falte de nada.
Ánimo, que tú puedes con todo. ¡Contarás con el abrazo de Comat!
Salud bucodental de la embarazada
¡Son muchos los cambios acontecidos en el embarazo! Y sí, también puede resultar afectada durante la gestación la salud bucodental de la embarazada.
- Hasta el 50% de las embarazadas experimentan náuseas y vómitos durante el primer trimestre del embarazo. En casos severos y frecuentes de hiperémesis gravídica (0,3%) este problema puede provocar una importante erosión del esmalte dental.
- Los cambios en la composición de la saliva durante el final del embarazo y la lactancia pueden predisponer temporalmente a la erosión y a la caries dental.
- La xerostomía fisiológica (sequedad bucal) es otro problema común durante el embarazo causado por los cambios hormonales.
Todos estos aspectos hacen que la gestante sea más propensa a que su salud bucodental se vea afectada, aunque aquellas afecciones más recurrentes son las siguientes:
- Gingivitis. Consiste en una inflamación de las encías que provoca que estas se enrojezcan, hinchen y despeguen de los dientes.
- Dientes flojos. Otro problema importante en relación a la salud bucodental de la embarazada es que puede aparecer cierta movilidad de los dientes durante la gestación, dando la sensación de que nuestros dientes están “flojos”. Esto se debe a que las hormonas pueden afectar a los ligamentos que sujetan el diente.
- Periodontitis. La periodontitis es la causa más común por la que se pierden los dientes si no es tratada. Esta pérdida se debe a la acumulación de placa y sarro que genera una infección e inflamación de las
encías provocando la pérdida de soporte óseo.
- Granulomas del embarazo. Es una lesión abultada localizada en la encía y que sangra con facilidad. Son benignas y de crecimiento lento. Por lo general son blandos y pueden doler al principio. Su evolución comienza a partir de la zona de unión de dos piezas dentarias y a veces alcanzan un tamaño considerable.
- Caries dentales. Las caries se producen cuando los ácidos de la boca descomponen el esmalte de un diente (el esmalte es la capa exterior, muy dura del diente). Durante el embarazo podemos tener más ácido en la boca, simplemente por el reflujo (bastante frecuente) que aparece desde el principio del embarazo. Por ello es más probable que aparezcan o empeoren las caries. Y si se suma que tienes náuseas del embarazo y vomitas con frecuencia, aún tienes más ácido en la boca, así la situación es más favorable a la aparición de las temidas caries.
- Caída de dientes. Si tiene caries o enfermedad de las encías grave, es posible que se tus dientes se vean afectados o quizá tu dentista deba extraer alguna pieza a modo preventivo.
Si quieres mantener tu salud bucodental a raya durante todo el embarazo y posparto, no olvides seguir estas recomendaciones:
- Visita a tu dentista al menos una vez durante el embarazo, preferiblemente en el segundo trimestre, ya que estarás más cómoda.
- Cepilla los dientes y las encías cuidadosamente al menos dos veces al día, y no olvides pasar el hilo dental cada día entre los dientes.
- Utiliza pasta con flúor para evitar las caries y un cepillo suave para evitar las náuseas.
- Evita las bebidas y los alimentos azucarados, limítalos sólo a las comidas y no los tomes nunca entre horas.
- Enjuágate a diario con un colutorio adecuado.
- Come alimentos nutritivos. La alimentación sana te aporta importantes nutrientes a ti y a tu bebé en crecimiento. Los dientes de tu bebé comienzan a desarrollarse entre los 3 y 6 meses de embarazo. Los nutrientes, como calcio, proteína y vitaminas A, C y D, ayudarán a sus dientes a crecer sanos.
- Limita los dulces. Ingerir demasiados alimentos o bebidas ricas en azúcares puede dar lugar a las caries dentales. En lugar de bebidas carbonatadas, bebe agua y escoge alimentos sanos como las frutas, vegetales y productos lácteos.
Y por supuesto, no olvides que...
- El uso de óxido nitroso para la sedación no representa riesgos para la salud de la embarazada ni la del bebé (consulta siempre con el especialista).
- Debes evitar los blanqueamientos dentales durante el embarazo, ya que los agentes blanqueadores contienen peróxido de hidrógeno que favorece la liberación de mercurio de las restauraciones por amalgama.
- No es seguro tomar medicamentos sin recomendación de tu médico y/o dentista. No obstante, la mayoría de los fármacos usados en tratamiento dental (antibióticos, anestésicos locales, paracetamol) son considerados relativamente seguros durante el embarazo. Consulta con un profesional cuáles puedes tomar durante el embarazo, y en especial la posibilidad de usar determinados antiinflamatorios.
- Si puedes elegir, escoge el segundo trimestre de gestación para acudir a la consulta del dentista.
¡Tu salud bucodental te lo agradecerá!
Sangrado de implantación: qué es, cuándo sucede, cuánto dura...
El sangrado de implantación sucede a muchas mujeres al comienzo de su embarazo. ¿Sabes en qué consiste? ¿Cuándo suele darse? ¿Cómo distinguirlo de la menstruación? A esta y otras preguntas, daremos hoy respuesta en esta entrada. Si te interesa el tema, no dejes de leerla.
¿En qué consiste el sangrado de implantación?
Aunque el proceso previo es mucho más complicado, digamos que consiste en una ligera pérdida de sangre que se produce tras la anidación del óvulo fecundado en la pared del útero.
¿Cuándo sucede?
Generalmente comienza entre los días 6 y 12 después de la concepción.
¿Cómo diferenciarlo de la menstruación?
Lo habitual es que se produzca unos días antes de la fecha prevista de la menstruación, sea más ligero y dure menos que ésta, adquiriendo la mayoría de ocasiones un tono marrón.
¿Es peligroso?
No. Es un proceso fisiológico normal que sucede en ocasiones como consecuencia de la implantación.
¿Cuántos días dura el sangrado de implantación?
Generalmente dura unas pocas horas o aparece de forma intermitente durante un par de días o tres. Puede durar hasta una semana, pero no es habitual que se prolongue más tiempo.
Síntomas que lo acompañan
Es frecuente que la mujer experimente los mismos síntomas menstruales, además de náuseas, dolores de tripa ye incluso hinchazón en la zona del vientre, por la misma irrigación.
Frecuencia del sangrado por implantación
El sangrado de implantación es un acontecimiento bastante habitual (20%-30% de las mujeres lo experimentan) durante el embarazo.
¿Puedo hacerme un test de embarazo?
Te recomendamos realizártelo de 15 a 20 días después la ovulación. Esperar a que haya un retraso de la menstruación hará que suban los niveles de la hormona del embarazo, si finalmente ha habido implantación.
Si los días habituales por sangrado de implantación han pasado y continúas sangrando o estás padeciendo fuertes dolores o fiebre, acude urgentemente a tu ginecólogo.
Primer trimestre del embarazo
Si te encuentras en el primer trimestre del embarazo y además es tu primer bebé, es posible que tengas la cabeza llena de dudas: ¿puedo hacer deporte? ¿qué debo comer? ¿qué alimentos es conveniente evitar? ¿debo cambiar mis hábitos de descanso?
Hacerse estas preguntas es algo natural, pues se abre ante ti una etapa completamente nueva.
Durante el primer trimestre del embarazo (semanas 1ª a 12ª) empiezan a producirse los primeros cambios tanto en tu cuerpo como en el desarrollo fetal. Este período es el más delicado, no sólo porque empiezan las primeras molestias propias de la gestación, que detallaremos más abajo, sino porque en él existe un mayor riesgo de aborto. Es por ello que te invitamos a tomar nota de algunos consejos que te ayudarán a cuidar de ti y de tu bebé.
Primeros síntomas y/o molestias:
- Amenorrea o falta de menstruación.
- Aumento del sentido olfativo.
- Aumento de las mamas y mayor sensibilidad.
- Somnolencia.
- Náuseas y vómitos.
- Ganas de orinar con más frecuencia.
- Pequeños dolores abdominales.
Primer mes:
Durante las primeras semanas, en las que el embrión es más pequeño que un grano de arroz, puedes notar ya algunos cambios físicos tales como aumento de senos, ardores estomacales, somnolencia...
Segundo mes:
Es posible que la ropa comience a apretarte, ya que el tamaño de tu útero ha crecido considerablemente en comparación con el mes anterior. El embrión puede medir ya unos 2,5cm y la placenta crece también con rapidez.
Tercer mes:
A lo largo de este período el embrión llega a medir alrededor de 7 cm, casi como una naranja. Sus órganos ya se han formado y, aunque aún deben desarrollarse todos, ya es posible escuchar su latido cardíaco en una eco doppler. Ha concluído el primer trimestre del embarazo.
Aspectos importantes a tener en cuenta a lo largo del primer trimestre del embarazo:
- Vigila tu alimentación y sigue las recomendaciones nutricionales de tu médico y/o matrona, para que el bebé y tú estéis correctamente alimentados. No pases demasiadas horas sin ingerir alimentos: lo ideal son de 5 a 7 pequeñas comidas a lo largo del día.
- Toma ácido fólico cada día para prevenir las malformaciones en el bebé y/o cualquier otro complemento que te haya indicado tu médico o ginecólogo.
- Haz ejercicio: camina, realiza matronatación, yoga prenatal...Mantenerte activa te ayudará a mejorar el tono muscular, algo que necesitarás tanto en el embarazo como en el parto.
- Relájate. Dedica unos minutos al día a conectar con tu bebé. Ésto fortalecerá vuestro vínculo.
- Evita la cafeína, el tabaco y el alcohol.
Y por supuesto, ¡pide cita con tu ginecólogo y tu matrona! En Comat Matronas queremos acompañarte en la maravillosa aventura de ser madre.
Dormir durante el embarazo
Estar embarazada es una de las emociones más grandes por la que atraviesan las mujeres, sin embargo, en ocasiones resulta complicado disfrutar al 100% de todo el período de gestación.
Esto es debido principalmente a que durante el embarazo, ocurren cambios en el ciclo del sueño. Los primeros meses las mujeres mientras duermen tienen períodos más cortos de la fase de sueño profundo. Sin embargo, durante los últimos meses comienzan a dormir menos y suelen tener más interrupciones del sueño durante cada noche.
¿Qué puede contribuir a un mejor descanso?
- Respetar un régimen alimenticio apropiado para la circunstancia.
- Darse un baño relajante antes de irse a dormir.
- Adoptar una posición cómoda en la cama.
Recuerda que un buen colchón es aquel que permite que todo el cuerpo quede sostenido en su totalidad. Evita los colchones que sean o muy duros o muy blandos. La solución que debiera de adoptarse es un colchón que a la vez de sostener al cuerpo pueda mantener y respetar las curvaturas naturales del cuerpo.
Respecto a las almohadas, es importante resaltar la importancia que tienen enel sueño. Aquellas muy altas harán que su cabeza quede en desnivel respecto del resto del cuerpo, lo que dará cierta incomodidad a lo largo de la noche.
En contraposición, podemos sostener que una almohada apenas mullida y baja podría provocar dolores de cuello, hombros o espalda, que obligaría a la cabeza a estar estirada hacia atrás, con las posibilidades de contraer dolores. La ideal entonces es aquella cuya altura no provoque que su cabeza quede levantada respecto del resto del cuerpo, y que a la vez no sea demasiado baja, para evitar los posibles dolores musculares.
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