Dormir durante el embarazo

Estar embarazada es una de las emociones más grandes por la que atraviesan las mujeres, sin embargo, en ocasiones resulta complicado disfrutar al 100% de todo el período de gestación.

Esto es debido principalmente a que durante el embarazo, ocurren cambios en el ciclo del sueño. Los primeros meses las mujeres mientras duermen tienen períodos más cortos de la fase de sueño profundo. Sin embargo, durante los últimos meses comienzan a dormir menos y suelen tener más interrupciones del sueño durante cada noche.
¿Qué puede contribuir a un mejor descanso?

  • Respetar un régimen alimenticio apropiado para la circunstancia.
  • Darse un baño relajante antes de irse a dormir.
  • Adoptar una posición cómoda en la cama.

Recuerda que un buen colchón es aquel que permite que todo el cuerpo quede sostenido en su totalidad. Evita los colchones que sean o muy duros o muy blandos. La solución que debiera de adoptarse es un colchón que a la vez de sostener al cuerpo pueda mantener y respetar las curvaturas naturales del cuerpo.

Respecto a las almohadas, es importante resaltar la importancia que tienen enel sueño. Aquellas muy altas harán que su cabeza quede en desnivel respecto del resto del cuerpo, lo que dará cierta incomodidad a lo largo de la noche.
En contraposición, podemos sostener que una almohada apenas mullida y baja podría provocar dolores de cuello, hombros o espalda, que obligaría a la cabeza a estar estirada hacia atrás, con las posibilidades de contraer dolores. La ideal entonces es aquella cuya altura no provoque que su cabeza quede levantada respecto del resto del cuerpo, y que a la vez no sea demasiado baja, para evitar los posibles dolores musculares.


Consejos para un embarazo saludable

Cada mujer y cada embarazo es totalmente distinto, pues estamos dando vida a personas distintas, y nuestro cuerpo reacciona de diferente manera, según la edad, o según el momento psicológico, la situación laboral e infinidad de circunstancias que puedan afectar en los nueve meses de gestación.

Pero hay algo común a todos y cada uno de ellos: debemos cuidarnos y mimarnos más que nunca para disfrutar al máximo cada día. Por ello, hoy queremos que tomes nota de los siguientes consejos:

- Si antes de quedarte embarazada practicabas algún deporte, consúltale al médico o matrona si puedes seguir haciéndolo. Y si no, busca un deporte moderado más indicado para tu nuevo estado.
- Si no practicas ningún deporte antes de quedarte embarazada, este es un buen momento para empezar a moverse un poco, podrías dar paseos diarios de unos 30 min, para ejercitar los músculos y sentirte mejor, activar tu circulación y oxigenar el cuerpo.
- No fumar desde el momento en el que decidimos tener un bebé. Si ves que no puedes dejarlo, consulta con tu médico o matrona, pues el tabaco es muy peligroso para el desarrollo de tu bebé.

- No consumir ningún tipo de droga, incluidas las bebidas alcohólicas. Son muy perjudiciales, pueden causar daños irreversibles en la salud del bebé, y por supuesto para la madre también.

- Beber dos litros de agua diaria.

- Evitar los refrescos, por su alto contenido en azúcar, si bebes intenta que sean light.frutas

- Comer alimentos saludables, verduras frescas, frutas, pescados y carnes cocinados a la plancha o al horno.
- Evitar los fritos y los alimentos precocinados.
- Evitar la comida rápida o comida "basura" por su alto contenido en calorías vacías.
- Intenta no ir a dormir inmediatamente después de la cena.
- Intenta no saltarte ninguna de las 5 comidas diarias.
- Si puedes, descansa un rato después de comer, o incluso duerme una pequeña siesta, te ayudará a coger energía y a sentirte más descansada.
- Mimar tu vientre con cremas hidratantes, como la corporal, o puedes comprar una específica de argan, o aceite de almendras.cuidados-del-embarazo
- Mantener tus relaciones sexuales, a no ser que el médico te recomiende reposo, disfrutar de tu pareja igual que lo hacías antes.
- Apúntate a clases prenatales y acude a grupos de lactancia. Te ayudará mucho hablar con otras mujeres, explicarles tus dudas, o consultar lo que necesites.
- Decide qué clase de pa rto te gustaría vivir, háblalo con tu ginecólogo o matrona.
- Relájate y date un baño de espuma, mímate y deja que te mimen.
- Prepara con tiempo toda la ropita de tu bebé.
- Prepara también tu maleta para el hospital.

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- Llegado el momento intenta respirar y no ponerte nerviosa, seguir los consejos de la matrona y prepárate para darle la bienvenida al mundo a tu bebé.

Y ahora sí, ¡disfruta de tu embarazo!


El sueño del bebé

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El sueño cuando nacen

Cuando nacen, los bebés no traen un manual de instrucciones ni de uso debajo del brazo. No poseen un botón de ON/OFF. Dormir también se enseña y se aprende. Pero, ¿cómo?
A pesar de la gran información que existe sobre el sueño infantil, conseguir que el bebé duerma todo lo que tenga que dormir, a la hora apropiada y sólo, es un desafío que sigue manteniendo a muchos padres muy despiertos y sin sueño. Toneladas de métodos, teorías, e incluso de técnicas milagrosas, poco hacen para que los padres puedan probar el placer de apoyar la cabeza en la almohada y dormir una noche entera.
Hasta los cuatro meses de vida, los bebés duermen una media de 16 horas al día. A partir del cuarto mes más o menos es cuando necesitarán que les echemos una mano para conciliar el sueño. Es ahí cuando se debe emplear una rutina.
Cada bebé se reconforta de una forma diferente. Algunos con canciones, otros con un masaje o con el calor y la mecedora de los brazos de la madre.

La rutina es un conjunto de actividades que sucesivamente deben ocurrir siempre a la misma hora y que terminan cuando el bebé está dormido en su cuna.

Cosas que puedes hacer antes de llevar al bebé a su cuna:

1. Báñalo siempre a la misma hora.
2. Dale un pequeño masaje con la crema hidratante, si es posible con un masaje relajante.
3. Vístelo con su pijama, a la vez que puedes hablarle en voz baja.
4. Ofrécele el pecho o el biberón, o papilla o puré, dependiendo de la edad que tenga el bebé, haciendo una caricia en su mejilla.
5. Ponlo para eructar, con unos suaves golpes en su espalda.
6. Con él en brazos, cántale una canción de cuna o nana en un ambiente cálido y tranquilo, sin prisas ni estrés. Recuerda que el bebé sentirá todo lo que sientes.
7. Cuando notes que el bebé está relajado, ponlo en su cuna, arrópale y espera silenciosamente que él se cierre los ojitos y se duerma.

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La rutina perfecta

Cada niño y cada familia son diferentes, así que la rutina que puedas crear será la rutina perfecta. Lo importante es que sea algo que relaje a tu bebé y que pueda ser repetido casi todas las noches. Aunque es mejor empezar desde pequeños e irla cambiando gradualmente de acuerdo a los gustos y la edad de tu bebé, nunca es tarde para que empiecen a tener una por muy corta o simple que sea. Lo importante es ser consistentes, si no, ¡no sería una rutina!

¡Dulces sueños!


El masaje infantil: vínculo afectivo y alimento emocional.

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¿Sabías que el feto es capaz de percibir las sensaciones táctiles que vienen del exterior y reaccionar cuando alguien acaricia o presiona el abdomen de su madre?
Esto se debe a que el tacto es el primer sentido que empieza a desarrollar: la primera señal de sensibilidad aparece en torno a las 7 semanas alrededor de la boca.
Durante la gestación, este sentido se irá trasladando también al resto de partes del cuerpo, de forma que, hacia la mitad del embarazo, toda la piel y las mucosas reaccionarán plenamente ante la estimulación táctil para estar completamente listos cuando nazca el bebé.
Tras nacer, cuanto más variado y abundante sea este contacto, mejor desarrollo neurológico se va a producir en el sistema nervioso central y periférico del niño.
Pero, ¿cómo podemos lograr que esto suceda? Una de las formas más sencillas y placenteras para ambas partes es a través del masaje infantil.
Y es que podríamos decir que, a nivel emocional, el masaje infantil reúne, en sí mismo, los elementos más importantes del vínculo y el apego, ya que:
- Ayuda al bebé a sentirse querido, escuchado, comprendido y aceptado.
- Mejora el sueño y ayuda al bebé a dormir más profundamente y tranquilo, a la vez que adquiere ritmos y rutinas.
- Favorece la comunicación e interacción con el bebé, beneficiosa para el establecimiento del vínculo afectivo.
- Incorpora pautas amorosas de aprendizaje y contacto con otros.
- Supone una herramienta idónea al permitir al niño tomar consciencia, de manera placentera, de las dimensiones y del espacio de su cuerpo respecto al espacio exterior, permitiendo una correcta coordinación del mismo.
- Posee efectos relajantes y tonificantes, ayudando a disminuir las tensiones físicas y emocionales que los niños acumulan a lo largo del día, disminuyendo el nivel de estrés.
- Favorece la existencia de periodos de alerta más amplios y menor reacción a estímulos dolorosos.
Y ahora que conoces todos sus beneficios, ¿sabes cómo dárselo a tu bebé?
Desde Comat Matronas te recomendamos que empieces con movimientos firmes, siempre desde dentro hacia fuera, del centro para las extremidades o de abajo hacia arriba, a un ritmo lento y constante, teniendo cuidado con la presión de los dedos según la zona.
1. Empieza por el pecho. Desliza tus manos del centro para los lados. Primero el izquierdo y después el derecho.
2. Masajea sus brazos, girando al bebé de lado, sujetándolo por el hombro y haciendo movimientos del hombro hacia la muñeca, manteniendo siempre un ritmo constante.
3. Masajea sus manos, estirando suavemente cada dedito, y después haz lo mismo con sus pies.
4. Sitúa una de tus manos en la altura del estómago de tu bebé y realiza movimientos rotatorios sobre el abdomen, que vayan en el sentido de las agujas del reloj. Alterna los movimientos con una y con otra mano. Si tu bebé tiene problemas de gases, este masaje le vendrá especialmente bien.
5. Termina tu masaje en la espalda, siempre de parte central a las laterales.
Pero, sobre todo, recuerda: sea de la forma que sea, la práctica del masaje a tu bebé aportará grandes beneficios, tanto a corto como a largo plazo, a vuestra recién iniciada relación.