Dormir durante el embarazo

Estar embarazada es una de las emociones más grandes por la que atraviesan las mujeres, sin embargo, en ocasiones resulta complicado disfrutar al 100% de todo el período de gestación.

Esto es debido principalmente a que durante el embarazo, ocurren cambios en el ciclo del sueño. Los primeros meses las mujeres mientras duermen tienen períodos más cortos de la fase de sueño profundo. Sin embargo, durante los últimos meses comienzan a dormir menos y suelen tener más interrupciones del sueño durante cada noche.
¿Qué puede contribuir a un mejor descanso?

  • Respetar un régimen alimenticio apropiado para la circunstancia.
  • Darse un baño relajante antes de irse a dormir.
  • Adoptar una posición cómoda en la cama.

Recuerda que un buen colchón es aquel que permite que todo el cuerpo quede sostenido en su totalidad. Evita los colchones que sean o muy duros o muy blandos. La solución que debiera de adoptarse es un colchón que a la vez de sostener al cuerpo pueda mantener y respetar las curvaturas naturales del cuerpo.

Respecto a las almohadas, es importante resaltar la importancia que tienen enel sueño. Aquellas muy altas harán que su cabeza quede en desnivel respecto del resto del cuerpo, lo que dará cierta incomodidad a lo largo de la noche.
En contraposición, podemos sostener que una almohada apenas mullida y baja podría provocar dolores de cuello, hombros o espalda, que obligaría a la cabeza a estar estirada hacia atrás, con las posibilidades de contraer dolores. La ideal entonces es aquella cuya altura no provoque que su cabeza quede levantada respecto del resto del cuerpo, y que a la vez no sea demasiado baja, para evitar los posibles dolores musculares.


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El sueño del bebé

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El sueño cuando nacen

Cuando nacen, los bebés no traen un manual de instrucciones ni de uso debajo del brazo. No poseen un botón de ON/OFF. Dormir también se enseña y se aprende. Pero, ¿cómo?
A pesar de la gran información que existe sobre el sueño infantil, conseguir que el bebé duerma todo lo que tenga que dormir, a la hora apropiada y sólo, es un desafío que sigue manteniendo a muchos padres muy despiertos y sin sueño. Toneladas de métodos, teorías, e incluso de técnicas milagrosas, poco hacen para que los padres puedan probar el placer de apoyar la cabeza en la almohada y dormir una noche entera.
Hasta los cuatro meses de vida, los bebés duermen una media de 16 horas al día. A partir del cuarto mes más o menos es cuando necesitarán que les echemos una mano para conciliar el sueño. Es ahí cuando se debe emplear una rutina.
Cada bebé se reconforta de una forma diferente. Algunos con canciones, otros con un masaje o con el calor y la mecedora de los brazos de la madre.

La rutina es un conjunto de actividades que sucesivamente deben ocurrir siempre a la misma hora y que terminan cuando el bebé está dormido en su cuna.

Cosas que puedes hacer antes de llevar al bebé a su cuna:

1. Báñalo siempre a la misma hora.
2. Dale un pequeño masaje con la crema hidratante, si es posible con un masaje relajante.
3. Vístelo con su pijama, a la vez que puedes hablarle en voz baja.
4. Ofrécele el pecho o el biberón, o papilla o puré, dependiendo de la edad que tenga el bebé, haciendo una caricia en su mejilla.
5. Ponlo para eructar, con unos suaves golpes en su espalda.
6. Con él en brazos, cántale una canción de cuna o nana en un ambiente cálido y tranquilo, sin prisas ni estrés. Recuerda que el bebé sentirá todo lo que sientes.
7. Cuando notes que el bebé está relajado, ponlo en su cuna, arrópale y espera silenciosamente que él se cierre los ojitos y se duerma.

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La rutina perfecta

Cada niño y cada familia son diferentes, así que la rutina que puedas crear será la rutina perfecta. Lo importante es que sea algo que relaje a tu bebé y que pueda ser repetido casi todas las noches. Aunque es mejor empezar desde pequeños e irla cambiando gradualmente de acuerdo a los gustos y la edad de tu bebé, nunca es tarde para que empiecen a tener una por muy corta o simple que sea. Lo importante es ser consistentes, si no, ¡no sería una rutina!

¡Dulces sueños!


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