Sesiones postparto Comat Matronas

Reanudamos las sesiones de postparto presenciales

Queridas familias, desde Comat Matronas queremos informaros de que retomamos nuestras sesiones presenciales de postparto a partir del miércoles 17 de junio de 2020, de 12.00 a 13.00 horas, en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios de Córdoba.

En horario de 11.00 a 12.00 y como venimos haciendo a lo largo de los últimos cuatro meses, continuaremos celebrando las sesiones en directo a través del perfil de Instagram de Comat Matronas, que podéis seguir aquí.

La reanudación de las sesiones presenciales coordinadas por Comat Matronas se hace en las máximas condiciones de seguridad y salud para nuestras familias y pacientes. Vuestra seguridad, tranquilidad y bienestar, son nuestra máxima prioridad, y con el objetivo de brindaros la mejor atención, en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios de Córdoba continuamos con la aplicación de un riguroso protocolo de higiene y desinfección. En este sentido, desde Comat Matronas hemos dotado a nuestras instalaciones de un generador de ozono para eliminar todo tipo de virus y bacterias. Y es que queremos que os sintáis como en casa.

¿En qué consisten nuestras sesiones de postparto?

El puerperio es el periodo que transitamos desde el nacimiento de nuestro bebé y hasta los dos años de vida. Sin embargo, la cuarentena, es el tiempo cronológico que se estipula para la recuperación física de la mamá; pero ese tiempo psicológicamente no significa ni un comienzo, ni un final de nada.

Atravesar un parto es prepararse para la erupción de un volcán interno; esa experiencia varía tantísimo de una mujer a otra que puede requerir de preparación emocional, apoyo, acompañamiento, amor, comprensión y coraje por parte de la mujer.

A lo largo del embarazo, hemos soñado con ver a diario a nuestro hijo, tocarle, acariciarle, besarle…. Y eso es exactamente lo que necesita. Y nosotras, también, aunque rara vez se hable de ello. Empieza ahora lo que los profesionales hemos denominado exterogestación o gestación extrauterina, un periodo en la vida de nuestro hijo en la que precisa exactamente los mismos cuidados que hasta ahora le habíamos brindado a través de nuestro cuerpo, cuando todavía éramos uno.

Nuestro hijo necesita el calor de nuestros brazos y nosotras, el de su piel, para compensar -ambos- la sensación de vacío que acabamos de experimentar, física, y a menudo, también emocional.

Con nuestros hijos nace y/o crece una familia. Sabemos que de camino a casa hay alegría y celebración, pero también preocupación y a veces miedo e incertidumbre ¡Estamos ante el mayor reto que afrontaremos jamás! Os recomendamos dejar a un lado las expectativas y experiencias ajenas y permitir que el vínculo se forme en su tiempo y manera.

Querida mamá, querido papá, siembra la compasión y practica un diálogo honesto contigo, con tu pequeño que acaba de nacer, y con la persona que comparte vuestra vida. El bebé viene para unirnos. Hay que disfrutar de este viaje juntos. Y en esos momentos en los que el día se vuelva noche, la calma y la empatía serán vuestros mejores aliados.

Nosotras estaremos a vuestra entera disposición a lo largo de todo el primer año de vida del bebé en nuestras sesiones de postparto con Rosa Llamas, directora de Comat Matronas, cada miércoles de 12.00 a 13.00 horas, en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios de Córdoba.

Un espacio en el que compartir la experiencia de ser mamá y convertirnos en familia, hablar con profesionales que vamos a estar a vuestro lado para lo que necesitéis, y por supuesto intercambiar emociones y sentimientos con otras personas que están viviendo lo mismo que vosotras.

Son sesiones completamente gratuitas para todas aquellas familias que han escogido dar a luz en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba y que Comat Matronas pone a vuestra entera disposición con el objetivo de acompañaros. Desde dudas acerca de la lactancia, hasta el sueño, el cólico del lactante, la recuperación del suelo pélvico, la primera dentición, porteo, el inicio de la alimentación complementaria…

Nuestra experiencia nos ha llevado a concluir que una mujer puérpera, no debería permanecer mucho tiempo en soledad. Precisa atención, compañía y disponibilidad. Y es que tras dar a luz, necesitamos sentirnos escuchadas, apoyadas y comprendidas por personas que no interfieran ni hagan uso de su autoridad. Que estén presentes sin juicios ni intromisiones. Y es desde ahí desde donde procuramos acompañaros en Comat Matronas, con un equipo multidisciplinar de trabajo cuya premisa es el respeto -siempre- hacia cada familia, decisión, y proceso ¡Gracias por elegirnos!

 


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¿En qué consisten las sesiones de postparto de Comat Matronas?

El puerperio es el periodo que transitamos desde el nacimiento de nuestro bebé y hasta los dos años de vida. Sin embargo, la cuarentena, es el tiempo cronológico que se estipula para la recuperación física de la mamá; pero ese tiempo psicológicamente no significa ni un comienzo, ni un final de nada.


Atravesar un parto es prepararse para la erupción de un volcán interno; esa experiencia varía tantísimo de una mujer a otra que puede requerir de preparación emocional, apoyo, acompañamiento, amor, comprensión y coraje por parte de la mujer.



A lo largo del embarazo, hemos soñado con ver a diario a nuestro hijo, tocarle, acariciarle, besarle.... Y eso es exactamente lo que necesita. Y nosotras, también, aunque rara vez se hable de ello. Empieza ahora lo que los profesionales hemos denominado exterogestación o gestación extrauterina, un periodo en la vida de nuestro hijo en la que precisa exactamente los mismos cuidados que hasta ahora le habíamos brindado a través de nuestro cuerpo, cuando todavía éramos uno.


Nuestro hijo necesita el calor de nuestros brazos y nosotras, el de su piel, para compensar -ambos- la sensación de vacío que acabamos de experimentar, física, y a menudo, también emocional.



Con nuestros hijos nace y/o crece una familia. Sabemos que de camino a casa hay alegría y celebración, pero también preocupación y a veces miedo e incertidumbre ¡Estamos ante el mayor reto que afrontaremos jamás! Os recomendamos dejar a un lado las expectativas y experiencias ajenas y permitir que el vínculo se forme en su tiempo y manera.


Querida mamá, querido papá, siembra la compasión y practica un diálogo honesto contigo, con tu pequeño que acaba de nacer, y con la persona que comparte vuestra vida. El bebé viene para unirnos. Hay que disfrutar de este viaje juntos. Y en esos momentos en los que el día se vuelva noche, la calma y la empatía serán vuestros mejores aliados.


Nosotras estaremos a vuestra entera disposición a lo largo de todo el primer año de vida del bebé en nuestras sesiones de postparto con Rosa Llamas, directora de Comat Matronas, cada miércoles de 11.00 a 13.00 horas, en la Unidad de la Mujer del Hospital San Juan de Dios de Córdoba.


Un espacio en el que compartir la experiencia de ser mamá y convertirnos en familia, hablar con profesionales que vamos a estar a vuestro lado para lo que necesitéis, y por supuesto intercambiar emociones y sentimientos con otras personas que están viviendo lo mismo que vosotras.



Son sesiones completamente gratuitas para todas aquellas familias que han escogido dar a luz en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba y que Comat Matronas pone a vuestra entera disposición con el objetivo de acompañaros. Desde dudas acerca de la lactancia, hasta el sueño, el cólico del lactante, la recuperación del suelo pélvico, la primera dentición, porteo, el inicio de la alimentación complementaria...




Nuestra experiencia nos ha llevado a concluir que una mujer puérpera, no debería permanecer mucho tiempo en soledad. Precisa atención, compañía y disponibilidad. Y es que tras dar a luz, necesitamos sentirnos escuchadas, apoyadas y comprendidas por personas que no interfieran ni hagan uso de su autoridad. Que estén presentes sin juicios ni intromisiones. Y es desde ahí desde donde procuramos acompañaros en Comat Matronas, con un equipo multidisciplinar de trabajo cuya premisa es el respeto -siempre- hacia cada familia, decisión, y proceso ¡Gracias por elegirnos!




Carla Peña. Directora de Comunicación de Comat Matronas. Fundadora de earlychildfood.com


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El puerperio paterno: lo que sienten los hombres.

papa-y-bebe

¡La llegada de un bebé es un acontecimiento que nos cambia la vida y genera muchas expectativas alrededor de los futuros padres! Aunque cada uno de ellos lo perciba de distinta manera.

La futura mamá siente la presencia de su hijo desde muy temprano en el embarazo, a través de los síntomas que le anuncian al nuevo ser en gestación. A lo largo del embarazo ella va sintiendo los cambios, el crecimiento de su barriga, los movimientos del bebé, esa "compañía" permanente que hace que nunca se sienta sola, y todas las innumerables transformaciones por las que va atravesando no sólo su cuerpo, sino toda ella: los cambios de humor, la sensibilidad, ese estado tan particular de introspección que es a veces difícil de compartir y comprender por los demás....¡Ella está "distinta" en muchos sentidos!

Pero para el futuro papá las cosas son un poco diferentes, ya que aunque él conviva con esos cambios, nunca va a sentir lo que ella siente, por lo que su futuro hijo es en realidad un ser al que podrá acercarse y conectarse durante el embarazo, pero sólo en parte. Será el momento del nacimiento de gran expectativa para este papá y realmente cuando lo pueda ver, sentir, tocar, mirarlo, hablarle, se transformará para él en alguien más "real".

En la actualidad, se espera que éste tenga mucho más protagonismo respecto a su hijo que en tiempos pasados: deseamos que asista a las reuniones de preparto, que participe en el parto, que cambie los pañales, etc. Y si bien es cierto que los papás de hoy están genuinamente más cerca de todo ese proceso de gestación y parto, a veces se transforma en un exigencia, más que en algo placentero.

Desde Comat Matronas, creemos que es muy importante permitir que cada padre vaya construyendo la relación con su hijo de la manera que quiera, dándole la libertad y el lugar para que pueda ensayar distintos modos de estar con su hijo, tomándose todo el tiempo para ir encontrando "su" particular manera de ejercer la paternidad.

Y es por ello por lo que hoy queremos compartir este maravillosa entrada de la Psicóloga María José Gasc con vosotros:

«Cierro los ojos, respiro profundo y recuerdo… pongo las manos en mi vientre y vuelvo a sentir las contracciones, ese dolor adictivo. Siento el olor puro de la oxitocina en mi piel y al unísono de las canciones, resuena en mi mente la voz de mi compañero diciendo “Lo estás haciendo bien, cada vez menos…un poco más…tu puedes…eres tan valiente!”…y yo me siento cada vez más poderosa.
Mi piel húmeda de transpiración, mi cuerpo entregado al dolor para dar vida, y los recuerdos se aparecen… una luz de recuerdo de un “shhhh” de la voz de un hombre que me acunaba cuando tenía horas de vidas…después días, meses y así… recordando hasta el olor del perfume de mi papá.

Llega la hora de más dolor…y nuestro miedo se hace realidad. Ya no hay olor a chocolate o jugo de Sandía…ahora hay olor a limpio, la gente con ropa verde y luces de fuerte intensidad…estamos en pabellón.

Mi compañero tomando mis manos y apoyando su cara junto a la mía. Puedo sentir su miedo y desconcierto. Puedo oler su temor y ansiedad…pero él ahí, con esa voz masculina pero suave haciéndome sentir única y acompañada.

Mi hijo nace, y las caras, ahora son solo de alegría y placer…la oxitocina vuelve…tímida pero aparece, y baña mi cuerpo para poder llenar mis pechos de leche…y él…mira, observa, se asombra, admira.

¿Qué nos pasa a nosotras cuando nuestro cuerpo rompe como volcán y damos vida?, ¿Qué pasa cuando renacemos como mujeres y ahora, en un cuerpo nuevo, diferente, cansado, tenemos el nombre de “Mamá”?… surge esta mágica fusión con nuestro hijo, nos bañamos e inundamos de hormonas ricas que nos ayudan a enamorarnos más y más de nuestro bebé… entramos y nos sumergimos en las olas del Puerperio.

¿Y ellos? ¿Y el papá de esa guagua? ¿El hombre que es 50% responsable de la existencia de esa vida?…¿Qué le pasa a él desde ese momento?…

Se enamoran de su hijo, pero no como nosotras…ellos, por primera vez sienten vibrar su corazón de amor hacia esa criatura indefensa por la cual, recién, darían la vida.
Tocan, huelen, miran…y se hacen a un costado…se asombran, es todo mágico…quizás demasiado mágico que les cuesta creer que sea verdad.

Y llegamos a la casa, cansadas, con sueño, con ojeras, los pechos llenas de leche y si hubo cesárea…mucho dolor. Estamos agotadas, y las energías que nos quedan las ponemos al servicio de nuestr@ hij@, pues así manda el cuerpo y corazón…ya casi no queda mente.

Y ellos…, tocan, huelen, miran…y se hacen a un costado…se asombran, es todo mágico…quizás demasiado mágico que les cuesta creer que sea verdad.
Son las 3 de la mañana, nosotras cansadas, apenas hemos dormido. Hemos dado pecho o mamadera varias veces en la noche y miramos como él duerme plácidamente, como si no supiera lo que está pasando.. y empezamos “podría despertarse aunque sea para traerme un vaso de agua”…“Y después anda diciendo que la guagua duerme toda la noche”…“quién como él”…y seguimos…pues estamos inmersas en las olas, suaves y a veces tormentosas del Puerperio.

Pero…¿Qué le pasa a él?, ¿Qué le pasa a este hombre que también renace desde una nueva identidad de ser padre…aunque sea su segundo o tercer hijo…vuelve a renacer, pero ahora con una nueva vida que entra en su mente y cuerpo, mientras observa una mujer que está entregando su cuerpo en un 100% a la vida, a la alimentación, a la sobrevivencia de su bebé…y él toca, huele, mira…y se hacen a un costado…se asombran, es todo mágico… quizás demasiado mágico que le cuesta creer que sea verdad.

Entonces comienza esa lucha, esa lucha de amor y admiración, esa lucha de intereses, donde hay un cuerpo de hombre cansado, con hambre y sueño y una mujer con hambre y sueño…dos adultos y un recién nacido que llora, come y duerme…dos cuerpos que en momentos se sintonizan y en otros no tanto.
Y comienza, este nuevo hombre, a ver que la madre de su hij@ ya no tiene el mismo cuerpo, que es un cuerpo aún mejor, que ahora da vida y resaltan las curvas acentuadas de la maternidad…pero ella, entregada en cuerpo y alma a la maternidad…muchas veces no lo ve…y entonces, ¿qué pasa?

Todas tenemos experiencias diferentes, y desde el discurso podemos leer frases de desconsuelo, desamparo, admiración, agradecimiento y culpa hacia el padre de tu hijo o hija, y esto ocurre porque en ellos también resuena el presente, pasado y futuro…entra en juego las sombras y luces del pasado; las necesidades no resueltas, los llantos no atendidos, las mamaderas vacías, los pechos secos y las piezas solitarias, entra nuestro hombre, también en el Puerperio. Uno distinto al nuestro, donde no hay hormonas, no está esa “ruptura volcánica” que nosotras vivimos, pero definitivamente, el llanto de su cría, lo pone en contacto (al igual que a nosotras) con aspectos infantiles del pasado.

¿Qué le pasa a ese hombre que duerme “plácidamente” en las noches mientras nosotras con ojeras, pijamas mojados con leche y cansadas mecemos a nuestra criatura?…descansa…para salir a trabajar, descansa su cuerpo cansado de tocar, oler, mirar…y hacerse a un costado…de asombrarse, y sentir que todo es mágico…quizás demasiado mágico que le cuesta creer que sea verdad…y todos lo resuelven de distinta manera…algunos callados, otros proactivos con ganas de mudar, “sacar chanchitos”, mecer, hacer dormir, o simplemente no hacer nada…pero lo cierto es que “algo” pasa…y a “eso” que pasa, le he decidido prestar nombre y ponerle también “Puerperio”.

Si queremos criar con respeto y amor a nuestros hijos, también debemos predicar con el ejemplo, mostrar respeto a los que nos rodean y sobre todo a los que rodean a nuestros niños… por ejemplo su Papá. Un papá que muchas veces no entiende lo que pasa, un papá que quiere que su mujer deje de dar pecho… pero NO es porque sea egoísta y no sepa los beneficios de la lactancia… es más bien, porque este hombre ha entendido de alguna forma, que en la medida que su mujer de pecho, él no tiene acceso a ese cuerpo…y eso no es ni bueno ni malo… simplemente ES, y no sabe cómo reaccionar.

No hay culpables, solo personas con historia, luces y sombras…y no es la madre solamente quien necesita ser maternada y acogida en el Puerperio, es también el hombre que necesita ser informado y contenido, por otros hombres, por familia, amigos y también por nosotras.

La invitación no es a ser unas “Geishas”, es más bien a entender y empatizar con ellos de la misma manera en que queremos que nuestro hijo/a lo haga el día de mañana con otras personas, es mostrar con el ejemplo que entendemos que todos entramos en caos y que tal cual lo dice el famoso proverbio africano “Para criar un niño hace falta una tribu entera”, y creo fielmente que nuestros antepasados hacían alusión a ello, pensando justamente en la tribu entera, la cual se conforma por madres, hijos mayores, recién nacidos y hombres que son padres.»

 


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El papel de la matrona.

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¿Sabías que la de la matrona es una de las profesiones más antiguas? Sus servicios han sido solicitados y requeridos por todas las civilizaciones y en todas las culturas, a través de todos los siglos y en toda la historia de la humanidad, pasando de ser un saber popular a un saber científico.

Es por ello que la figura de la matrona está reconocida internacionalmente, tanto por la Organización Mundial de la Salud como por la Unión Europea, gracias a su formación especializada, siendo esencial  no solamente en la maternidad, sino también durante el ciclo vital de la mujer en todas sus fases.

Porque la matrona es el profesional sanitario que, con una actitud científica responsable y utilizando los medios clínicos y tecnológicos adecuados al desarrollo de la ciencia en cada momento, comparte experiencias y conocimientos en todas las etapas de la vida sexual, reproductiva y maternal de la mujer, proporcionando una atención integral en su facetas preventiva, de promoción y de atención y recuperación de la salud.

Y aunque por todos es conocido que su principal función está ligada a la atención del embarazo y parto,  sus funciones se extienden mucho más allá de este corto periodo de tiempo. Esta figura cobra especial importancia en el puerperio, momento en que el bebé nace, y con él, numerosas dudas acompañadas de consejos llegados de nuestro alrededor de dudosa fiabilidad.

Ahí también está tu matrona. Ahí siempre está Comat Matronas. Para ayudarte, asesorarte y despejar dudas.


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¿Qué sucede en la cuarentena?

Puerperio

El puerperio o posparto, también conocido como cuarentena, es el periodo inmediatamente posterior al parto y tiene una duración aproximada de 40 días.

Se trata de una intensa etapa de cambios en el cuerpo de la mujer puesto que, después del parto, todos los órganos y sistemas que tuvieron que adaptarse o modificarse por el embarazo tienen que recuperar su estado anterior.

El puerperio se divide en tres etapas, diferenciadas entre sí por los acontecimientos fisiológicos y psicológicos que albergan, los riesgos de salud que pueden aparecer, así como los cuidados que requiere cada fase. Éstas son:
- Primera fase o puerperio inmediato: abarca las primeras 24 horas postparto.
- Segunda fase o puerperio mediato: se sitúa entre el segundo y el décimo día.
- Tercera fase o puerperio tardío: comprende el periodo de tiempo que va desde el décimo día hasta los 45 días.

En un parto vía vaginal sin problemas, la madre y el bebé podrán volver a casa entre las 48 y a las 72 horas después del nacimiento. Si se ha practicado una cesárea, son necesarios 2 días más para recuperarse lo suficientemente para ser autónoma.

Al llegar a casa, de forma paralela a la euforia que puede aparecer, también la madre puede sentir cierta angustia de sentirse sola con el bebé. El descanso y algo de ayuda van a ser dos factores muy importantes en este periodo, porque durante los primeros días todo gira alrededor de pañales, llantos y falta de sueño.

Si la mujer no lacta, la menstruación suele reaparecer al final de este periodo. Si se instaura lactancia materna, los genitales involucionarán a su tamaño anterior pero no recuperará su función hormonal y fértil hasta que la lactancia se dé por concluida.

Una nueva etapa de la vida ha empezado…

¡Tendremos que aprender a vivirla y disfrutarla como todas las anteriores!


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